Desde lo personal o profesional, el ser humano busca la realización. En el trayecto, difícilmente se piensa en las complicaciones. Estos documentales abordan los dos aspectos. Y una última, que tampoco se visualiza. La caducidad de estar en el estrellato, o de cuánto durará esa satisfacción. Puedes verlos en el orden que quieras, aunque el de los músicos mexicanos Rodrigo y Gabriela resulta un poco más esperanzador. No es que Bellas de noche no lo sea, pero retrata otro tipo de realidad, con una extraña combinación de crudeza y ternura. 

Vía warp.la

Este documental es un reflejo de lo ilimitado que puede ser el mundo. Sobretodo cuando no te salen las cosas en aquello que más te gusta hacer. Y si le añadimos que eso sucede en tu país, México, en el caso de Rodrigo y Gabriela parece complicarse aún más. Pero entonces puedes ir a cualquier otro lugar. Nadie habla de dinero y recuerda, el mundo no sólo es México.

Esta historia real transmite cómo, cuando amas hacer una actividad, la harás sobre cualquier cosa. Además de que este par de músicos, originales como sólo ellos, se muestran como personas sencillas y alegres. Ya recorrieron buena parte de la tierra y tocaron en los festivales más importantes del mundo. Lo que los haría sentirse dioses, no se asoma, porque su objetivo nunca fue ese. Simplemente tocar música y poder vivir de ello.

El retrato simpático e inspirador de For those about to rock se complementa con grabaciones originales de sus conciertos, presentados en diversos países. Junto a estos fragmentos, resaltan las entrevistas que rememoran aquellos momentos, en una narración secuencial que poco importa si detrás hay una historia de lucha e inagotables posibilidades.

Bellas de noche
Directora: María José Cuevas
93 minutos
¿Dónde ver?: Netflix

Consigues el reconocimiento y tienes los principales reflectores en la palma de tu mano. Te sientes en la gloria y crees que esto será siempre así. Este es el argumento de Bellas de noche, documental dirigido por María José Cuevas que retrata la carrera de cinco vedettes latinoamericanas de los años 70's: Olga Breeskin, Rosy Mendoza, Princesa Yamal, Wanda Seux y Lyn May. 

El pasado es el punto de partida de la historia. Vemos videos originales de estas bailarinas, cantantes y actrices, cuando eran jóvenes y gozaban de fama. Ahora, ninguna de las dos está con ellas. Ese punto lo aprovecha la cineasta aprovecha para mostrarnos dos cosas. Una, el esplendor humano de estas mujeres, sin juzgarlas ni burlándose de ellas. Y dos, la maquinaria más potente, criticar el mundo del espectáculo. Ese que privilegia la juventud como una virtud y la vejez como una desventaja. Lo mejor es que el cuestionamiento aparece mientras vemos instantes de su día a día. 

Bellas de noche es humanidad. Conocer por qué y hasta dónde te pueden llevar los deseos. Nada de juicios, que por eso las experiencias llevan al aprendizaje. Uno siniestro y conocido, pero que no es toda la realidad. Ahí donde los medios de comunicación ven al ser humano como un producto, que vale según la multitud que congregue. Ellos deciden cuándo se olvidarán de ti. La fama, que añoran estas mujeres, es más bella y oscura de lo que se cree. Pero no es la vida, esa que irradian las cinco protagonistas, de noche o de día.