Espiral, cómic experimental de Bef, plantea si algunas vez ha leído algo semejante con sus juegos metaficcionales
¿De qué va?
Robots, dinosaurios, luchadores, ángeles, demonios, detectives y
samuráis en un cómic dentro de otro cómic dentro de otro cómic dentro de
otro cómic...
Reseña:
Espiral es una obra a la que se le concedió una imaginación infinita. De ahí, ofrece puro disfrute en cada uno de sus juegos metaficcionales. Entre la impresión, también produce la sonrisa cómplice por ver “la historia dentro de la historia dentro de otra historia". Si se hace una retrospección de éstas, resulta increíble recordar de dónde han salido todas las historias. Hay un gusto y sorpresa por lo narrado.
Los temas tratados en Espiral brillan por su diversidad. Desde la vida cotidiana, la nostalgia por la infancia, la soledad, la búsqueda de pareja amorosa. En cada uno de ellos, Bef los aborda con un tono de realismo fantástico que distorsiona las situaciones. Y no importa su fantasía, porque se sienten cercanos a una realidad mexicana.
Por ejemplo, hay una escena donde retrata a la perfección el Metro de la Ciudad de México. Fiel a la esencia de dicho transporte, las viñetas trasladan a lo estresante y caótico que resulta viajar en este transporte. En ese sentido, Espiral es un ejemplo de la dirección que puede seguir la novela gráfica mexicana. De una obra visual con distinción y estilo propio.
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BEF |
En el cómic mexicano contemporáneo, no abundan obras con una voz personal. Sin embargo, el propio BEF ha impulsado para que esto cambie. Ejemplo de ello es
la antología Keret en su tinta, que reunió a dibujantes mexicanos para retratar a uno de los cuentistas más originales. Pese a que la mesa estaba servida, lo cierto es que pocos artistas resaltan con eso, una identidad atractiva y propia.
Y es que el cómic mexicano, sin irse ya a la novela gráfica que incluso apoya el propio Estado con la beca del FONCA, carga un peso histórico y extraño. El principal, el de los moneros políticos. Por fortuna,
la gran herencia de Rius sigue, pero no debería ser la única. Y por otra parte, hay una preferencia ya hasta excesiva por el cómic de fantasía, con criaturas y monstruos, como lo refleja Momemtum Cómics. Es como si en México no existiera un gusto por historias interesantes y arriesgadas, véase las que rondan por Vertigo, Kamite o Panini, editoriales en el país que se mantienen con algo de esta propuesta. Pero más allá de un público, es como si se careciera de autores y editoriales que apuesten por publicarlas.
Esta novela gráfica mexicana, que debe ser el eje y muestra a cualquiera porqué BEF es una referencia en cómics, plantea al lector si alguna vez ha leído algo semejante. El par de guionistas británicos que ya viven en las grandes ligas, llamados Peter Milligan y Grant Morrison, podrían recordar el cómic metaficcional. Pero nada del estilo matrushka en viñetas, con una historia dentro de otra. En una entrevista, el dibujante y también novelista mexicano decía que trasladaba elementos literarios al cómic y viceversa. Eso es Espiral, una línea que se multiplica y gira alrededor de un punto, para deleitar al lector y mostrar la potencia del cómic nacional.