Argumento:
Un investigador que
resuelve casos a partir de rastros en los insectos, una mujer acechada
por un detective para desentrañar un misterio relacionado con la sangre,
un hombre que sueña con cataclismos aéreos, centros siquiátricos que
esconden historias escalofriantes, un asesinato colectivo que involucra a
varios matrimonios.
Éstas
son algunas de las criaturas y las historias que cobran vida en Los
niños de paja. Ocho relatos y una siniestra nouvelle que reúnen
atmósferas enrarecidas, dignas de David Lynch, e ideas y situaciones tan
oscuras que rinden tributo al mejor Stephen King .
Opinión:
Historias en donde el denominado común es que tienen argumentos "serios", por así decirlo. No sé de que otra forma describirlas pues no son dramas ni tampoco hay algo de humor. La narrativa de Bernardo Esquinca se vale de herramientas como el suspenso, el terror, un poco del género detectivesco-policiaco y de la intención por hacer relatos atractivos. Eso es interesante.
Pero
tengo la percepción de que Esquinca, al momento previo de cada historia
pudo haber tenido una muy buena idea en su mente, increíble. Y ya con eso, al
pasarla a la escritura, creía que quien lo leyera también
ya tendría la idea en su mente, sólo con plasmarla.
Lo poco que sé de literatura, es precisamente que una de las máximas es hacer sentir y/o transmitir algo. No es algo que se deba seguir, pero sirve como guía. De esta manera, me encontré en su lectura con frases
cortas donde el narrador sólo detalla lo que hay en el
espacio-ambiente, sin implicarse o incluir a los personajes en la situación. Varias historias que, por su tono, supongo su
intención era impresionar, no terminaron por parecerme tan sorprendentes.
Por fortuna, algunos de los relatos tenían oraciones que me llamaban la atención por el sentido de
observación que mostraban. Entre ellos: "El
amor no tiene cura", para mí el mejor, "La Sra. Ballard es la Sra. Ballard",
"El dios de la piscina" y "El espantapájaros".