Argumento:
En estos catorce relatos en que se entremezclan la ferocidad, la distorsión, el humor negro y el absurdo, lo grotesco y lo obvio, Barthelme utiliza los materiales pop, o sea pertenecientes al ficticio pero irrecusable universo del mid-cult y de las comunicaciones de masa.
Utiliza una técnica análoga a la del artista que hace un montaje con los objetos y productos de la civilización de consumo; rechaza el salng: prefiere jugar con la mixturación del lenguaje cotidiana y la frase hecha haciendo explotar las convenciones habituales.
«Donald Barthelme es probablemente», según el crítico Webster Scott, «el escritor más perversamente dotado de los U.S., autor del tour-de-force Vuelve, Dr. Caligari».
Opinión:
Este libro tiene las historias con más elementos combinados entre sí, más trozos de situaciones independientes en un mismo relato, más irónico y más incongruente que he leído de Donald Barthelme. Se podría decir que una obra compleja. En su mayoría son así las historias, aunque no todas.
Al hablar de él siempre se le menciona como «Un postmodernista que utilizaba las técnicas del collage y la parodia para escribir», dejando de lado lo que (¡creo tenía la intención!) también le interesaba a Barthelme a la hora de escribir un texto: la originalidad de la historia como tal (lo primero que me atrajó y puse atención de su narrativa). Con tramas deslumbrantes y situaciones tan variadas le dota de creatividad a cada uno de sus relatos. Hay una diversidad increíble y extravagancia en su pluma (sobretodo en este libro) logrando así una narrativa única con ese estilo de escritura particular e inconfundible.
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El Malvado de Barthelme |
Cuando se habla de originalidad y estilo se dice que «No hay nada original, ya todo está dicho. Lo que único que se puede cambiar es la forma». Y yo al leer cada relato de Barthelme digo «¡No es cierto!». Me resisto a creer esa idea, al menos nada dicho como Donald. Porque, en serio, crea historias estupendas y muy imaginativas.
Si entiendo o no a Donald Barthelme, poco importa, porque se me hace muy disfrutable. Por ahí, veo que sus frases tienen un doble sentido y eso complica pero atrae. Ya sea la ligereza del escrito pero con un poderoso efecto en las palabras, así como el humor paródico y exquisitamente absurdo, con frases como sacadas de una película o programa de televisión, con diálogos desternillantes que producen carcajadas. Incluso hasta te transporta como si estuvieras una historieta. Parece como si antes de empezar se hubiera repasado un buen tiraje de cómics.
Sin embargo, por lo que he leído sobre su escritura y significado, ¡lamentablemente! (A la vez interesante) es irónico, él no quería decir eso. Es la oculta y sútil crítica social que tiene. Él se burla de la sociedad, —¡qué manera de burlarse tan creativa!—. De los hábitos y el respeto excesivo que tiene la gente a la cultura popular, representando a veces un modo de vida. Aún así, leyendo solo centrándose en la imaginación que despliega su narrativa es muy disfrutable.
En fin, las historias que más me han gustado de este volumen son: "Porque yo soy el muchacho cuya única alegría es amarte", "Márgenes", "La manifestación", "Una lluvia de oro". Mención especial merece "Hacia Londres y Roma", con una distribución del texto de una forma innovadora.