¿De qué va?
El hallazgo de un raro libro puede ser, como en esta novela, el punto de partida de una aventura insospechada: porque todo libro es un objeto mágico, el turbio espejo de un orden, cuya búsqueda puede entrelazarse subrepticiamente con nuestro propio destino. Así, a través de una risueña e inquietante secuela de interrupciones, despistes, indagaciones e hipótesis, el autor nos induce amablemente a tomar parte en la trama. A tomar parte de verdad, no sólo como lectores, sino como auténticos personajes.
Opinión:
La
novela como tal no me gustó: es confusa, aburrida y trata de hacer todo
lo posible para complicarte cada vez más. Pero el libro, su
experimentación formal, la manera en que se decide abordar cada capítulo
es fantástico. Me imagino a Italo Calvino divirtiéndose a cada nuevo
capítulo que escribía, aunque no supiera lo que estaba diciendo debía
estar fascinado.
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Italo Calvino |
Como menciono, cada fragmento que vas leyendo el autor
(¿los autores?) se reinventan, adoptan una nueva manera de narrar(sin
duda Calvino tomó prestadas algunos de los 99 ejercicios de estilo
de su amigo Raymond Queneau). Y lo mejor a mi parecer: el tener una
historia paralela para contar mientras estás diciendo muchas otras cosas
más. Eso es algo que me gusta mucho y me parece interesante.
Y sí, es
algo curioso: nunca había calificado ni me había gustado un libro por su
intención, por todo lo que se hace antes, por su planteamiento y no por
la historia en sí(que en realidad no hay mucha historia que digamos.
Pero bueno, tenía que pasar. Aunque en general lo que se cuenta es en
verdad terrible y poco atractivo la estructura del libro es increíble.
No se parece en nada a cualquier otra cosa que haya leído. Un libro
totalmente diferente.