Argumento:
«Tengo el síndrome de Tourette.» Las palabras salen atropellándose,
incontrolables, y las manos no pueden evitar tocar impulsiva y
compulsivamente todo lo que tengan cerca. Es el sino de Lionel Essrog,
criado en un orfanato y que, junto con sus tres amigos de la infancia,
trabaja para un mafiosillo local, Frank Minna, en una agencia ilegal de
detectives. El asesinato de Frank le obligará a sumergirse en la trama,
compleja y llena de sombras, de relaciones, amenazas y favores que
conforman el Brooklyn que él creía conocer tan bien y donde nadie es lo
que parece. Huérfanos de Brooklyn
supera con creces lo
que podríamos considerar una novela negra, subvierte el género y le
confiere nuevos matices hasta lograr un texto sumamente original.
Opinión:
La verdad yo sé poco si no es que nada de las novelas policiacas/negras, pero pienso que recurren recurren a una fórmula de: el detective busca pistas, investiga y trata de dar con el criminal. No sé, quizá no solo sea eso y tenga una idea equivocada.
Pues bueno, esta novela obviamente tiene algo de lo que he enunciado antes pero aparte un ingrediente extra: su protagonista peculiar. Creo que ha sido uno de los mejores personajes que he leído últimamente, no sé si porque era tan propio, el hacer cosas que solo eran de él; decir palabras repentinamente —debido al síndrome de Tourett—, darle palmaditas a las personas —me gustaba cuando lo decía—, y quizá un poco de inocencia de el mundo hipócrita que tenía alrededor. Resulta entrañable.
Por cierto, la novela tiene un inicio muy bueno, ya después regresa al pasado para situarte mejor en la historia. Me gustó ese ambiente nocturno en que te hace sentir el autor, tal vez esto sea mucho de novela negra. Y sí, escribe de manera única, con un muy buen manejo de lenguaje y con referencias recurrentes a la cultura popular.