¿De qué va?
El autor lleva a cabo -sin tomar partido, sin aportar juicios morales-
un retrato ácido, aunque se adivina cómplice, de la juventud dorada de
la época, de los children of the Ritz, una satira del sistema educativo,
un desopilante cuadro de costumbres inglesas antes de la Primera Guerra
Mundial.
En la novela asistimos a la ascensión irresistible, a la caída y
finalmente a la resurrección del joven estudiante de teología Paul
Pennyfeather, desde su injusta expulsión de la universidad de Oxford por
ultraja al pudor, hasta su fallido matrimonio con una extravagante
aristócrata que se dedica a negocios inconfesables, pasando por su
empleo como profesor en una memorable public school.
Una serie de situaciones enloquecidas, que oscilan entre la demencia
apacible y la excentricidad.
Opinión:
El inicio —no sé si debido a que quizá no puse la suficiente atención o por el libro mismo— me pareció de lo más aburrido que he leído, pero de pronto en la segunda parte repunta considerablemente y fue donde me enganchó más. En cuanto al final, es muy curioso, original, y aún —no sé por qué— sigo sin saber si lo odié o es de los mejores finales que he leído.
Es una historia medio excéntrica. Según sé el autor está catalogado como escritor de humor, y negro, no lo sentí tanto de este tipo, aunque tal vez por el tema de la muerte y que a veces era medio cruel con los personajes. Bueno, sí, hay ironía, es una sátira a varios temas, como la educación y la injusticia en la vida, pero creo que me reí muy pocas veces.
Esperaba más del libro, pues es muy popular y se habla bien de el. Pienso que se debe a que el libro —la verdad— está considerado mejor de lo que es.