¿De qué va?
Esta es la historia del peor alumno del colegio. Corrección: de la
historia del colegio. Con casi catorce años, unos cuantos apestados
sociales por amigos y el boletín de calificaciones constelado de
círculos rojos, nuestro protagonista sobrevive a un instituto
sólo-para-varones soñando a toda hora en esas vecinitas a las que nunca
ha osado saludar. Si otros inadaptados no saben lo que quieren, él lo
tiene tan claro como su timidez: una moto y una chamarra negra. Decidido a contradecir al retrato embustero del niño con su afgano que
preside la sala de su casa, el narrador busca la mejor fórmula para
fabricar pólvora, combate a sus vecinos con un rifle de diábolos y
bombas incendiarias, roba huesos en sus visitas al panteón, acaba con
los nervios de dos padres querúbicos y de paso se deja enardecer por
toda suerte de antojos secretos.
Opinión:
Me resulta increíble leer la reseña que tenía al leer el libro en un primer momento -estaba casi casi por los cielos-. Ahora después de leer más libros lo recuerdo y lo veo de otra forma. Siento que es una historia que se alarga demasiado. Bien podría ser contada en un cuento, pues resulta algo previsible lo que ocurrirá.
En sí, no es nada nuevo lo que se dice en el libro: un adolescente que —en teoría— tiene todo en la vida, sus papás le dan de regalos, está en una buena posición económica, pero a él le importa poco: le vale la escuela, sale a la calle con sus amigos a echar desmadre, y pese a tener todo esto —obviamente— está más vacio que nada. En resumen, un adolescente muy común en los libros —y algo estereotipado— que puede verse en las novelas sobre adolescentes o de José Agustín. Aunque sí le reconozco que tiene partes graciosas, y a Velasco la habilidad para representar un lenguaje "fuerte" en cuanto a lo "grosero" e "irreverente"