¿De qué va?
Lady Sybil ha conseguido por fin convencer a su marido, Sam Vimes, el
comandante de la Guardia de Ankh-Morpork, de tomarse unas vacaciones.
Pero conforme ella planifica unos merecidos días de descanso en el
campo, él hace lo imposible para no abandonar su despacho. ¿El problema?
El urbanita Vimes odia el campo: tanto aire fresco, tanto cantar de
pájaros y, gracias a su bienintencionada esposa, tan escasos bocatas de
beicon. Mientras Sybil toma el té en sociedad y su hijo se
dedica a explorar la naturaleza, Vimes no puede evitar hacer alguna que
otra pesquisa. Al fin y al cabo, un policía de verdad es capaz de
encontrar delitos en cualquier parte, todo es cuestión de paciencia.
Efectivamente, Vimes no tarda en dar con un cadáver... Vimes tendrá que
recurrir a su astucia, su olfato, su larga experiencia y el apoyo de su
prodigioso mayordomo, para resolver otro caso y conseguir que se haga
justicia para los más humildes.
Opinión:
La
escritura de Terry Pratchett está compuesta de un humor entre absurdo y
refinado, haciendo gala de ocurrencias imprevistas bien elaboradas, de
las que al final de que lees la frase notas el genio —ahora humorístico—
del que están hechas. También se vale del Surrealismo para La Palabra,
ese recurso del nombre propio disparatado utilizando mayúsculas. De los
humoristas británicos, dígase Evelyn Waugh, Tom Sharpe, Jerome
K.Jerome(un poquito) y Douglas Adams que —algunos dicen y sigo sin
comprender por qué— son semejantes a/o tienen algo del maestro del humor
escrito, "Wodehouse", leer a Pratchett puede resultar una agradable
sorpresa. Es, fielmente, el más parecido al maestro. Terry Pratchett es
considerado como escritor de "fantasía"(La fantasía popular: gnomos,
duendes, etc). No lo sentí tanto así. Te hace sentir en un lugar
cotidiano, aunque sí, extravagante: por lo mismo de la imaginación que
efectúa, tanto en personajes como en acciones. Bueno, tiene un mundo
propio, único.
En cuanto a la historia en sí, es un tanto
peculiar. Buena parte del libro se conforma por situaciones
independientes, que de no ser por la habilidades del escritor para
entretener y hacer reír inteligentemente no me habría interesado seguir
leyendo el libro. No sé si esto de la narración por trozos haya sido
intencional. Incluso, en algunos casos, este tipo de narración llega a
ser más atractiva que de forma lineal. Pero aquí en la novela, después
aparece un conflicto, ya sucedida una parte avanzada del libro.
Desconcierta un poco, o sea ¿Sí hay algo con peso fuerte que me quiere
contar, o cómo? Asimismo, sentía que las acciones eran alargadas
demasiado. No había ni brevedad ni contundencia.
Como conclusión,
con esto que leo de Terry Pratchett veo que es un humorista nato,
inteligente, agradable de leer, capaz —con su escritura— de interesarte
por lo que luce poco "atractivo". Sin embargo, quedo dudando sobre su
talento para narrar historias. Pero es alguien que se puede seguir
leyendo. Es gracioso y con un humor fino.