Tres observaciones sobre El Día Después y su sesgo favorable a Meade, el candidato del PRI
Cómo Diego Luna apoyaría al PRI, se preguntaría cualquiera. Si es su gran crítico. Si ha leído el país como nadie. “En México no hay izquierda, hay reacciones al PRI”, dijo al periódico
EL PAÍS en una entrevista, enseñándonos que el partido tricolor nunca se ha ido del poder.
Bueno, pues nada de esto ni el por qué de las reacciones aparece en El Día Después, su plataforma promovida e impulsada por ciudadanos cuasi desconocidos que has visto en cine, televisión, música, literatura, periodismo. Alejandro González Iñarritú, Natalia Lafourcade, Valeria Luiselli, Lydia Cacho, por mencionar algunos. Personajes con un impacto en la vida de muchos de quienes los siguen.
1. El video de presentación
La plataforma se anunció con un video de poco más de dos minutos. En este, aparece Diego Luna en el fondo, como presentador. Pero lo principal, son fragmentos fuera de contexto. Se ven personas en acciones de violencia en las calles, y también políticos y comunicadores que han promovido la intolerancia y la violencia.
El primero en aparecer es Gerardo Fernández Noroña frente a Javier Lozano. El mismo con el que el actor discutió en Twitter.
“Este hombre es un cínico”, se oye decir a Noroña. El video es de 2009, cuando tomó la tribuna para protestar que los diputados aprobaron aumentar los impuestos, cuando ellos (el Partido del Trabajo) pedían austeridad republicana.
La pieza
dura 15 minutos y la frase se la dice casi al final, en referencia a que el PAN se robó la presidencia de 2006. ¿Sabía Diego Luna del fragmento seleccionado? De ser así, ¿cuál era la intención? ¿Mostrar la supuesta ofensa de Noroña, de Morena, a Lozano, vocero del PRI?
La elección de los comunicadores es, por así decirlo, comprensible. Ricardo Alemán, Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín y Sergio Zurita. “¿Cómo llegamos a este nivel de intolerancia?”, dice poco antes Diego Luna. Y muestra capturas de tweets de amenaza contra los candidatos presidenciales. 3 son contra López Obrador, 1 contra Ricardo Anaya y 1 contra El Bronco.
Después, van fragmentos de los candidatos. “Los dos son unos hipócritas”, dice en uno Anaya. En otro, AMLO dice “Mentiroso, farsante”. Y por fin aparece Meade en el video. Su mensaje: “Demagogo, él y Ricardo”. Obvio Meade no lo es. El Bronco también sale. “A ver quién es más rata, uno de otro”.
Diego Luna concluye “El poder se siente mejor con un entorno dividido, pero la democracia va más allá de una elección”. ¿No es dividir señalar a personajes? ¿Priorizar el número de veces que aparecen unos candidatos y el mensaje que deciden transmitir de ellos en un video breve?
2. El documental
En este mini documental de casi 12 minutos, ya no aparece Diego Luna. Pero sí periodistas, académicos y activistas. Daniel Moreno y Salvador Camarena, de Animal Político, José Woldenberg y Lydia Cacho, entre otros. Se intenta llegar al porqué de este clima a través de sus opiniones. Y también de imágenes sacadas de contexto.
En el segundo 40, aparecen ofensivas de los tres candidatos. Por fin una de Meade. “Es un vulgar ladrón”, dice. Y también será la última donde aparezca. “Nuevamente se demuestra que el señor es un cobarde”, dice Anaya. “Ricky Riquin Canallín”, la de AMLO.
En el minuto 7.17, se les ve de nuevo, pero sólo a Anaya y a AMLO. La voz de fondo dice que “tendemos a idealizar” a los candidatos. El candidato del PAN toca la flauta, al de Morena lo alaba una señora, como si fuera un Dios. El candidato del PRI no aparece.
Sobre lo que dicen los expertos, se mueven entre dos polos. Entender el por qué de esta polarización y buscar formas para solucionarlo. Como lo sugerido por Salvador Camarena y Luigi Amara. El primero, dice: “En principio, no habría que tenerle temor a la confrontación (...) Tendríamos que privilegiar, institucionalmente, encontrar los espacios para el debate”. Por su parte, Luigi Amara: “Yo creo que esa polarización es en parte reflejo de la desigualdad del país”.
Y por el otro bando, que utilicemos la palabra empatía, lo que quiera que signifique. Eso sí, aprovechamos para mostrar imágenes de mexicanos en pobreza extrema. Todo para comenzar de cero, pase lo que pase en las elecciones. Así lo dicen José Woldenberg y Daniel Moreno.
José Woldenberg:
“Yo veo que en México hay mucha gente empática, solidaria, y mucha gente que no lo es, que se repliega a su vida privada y observa lo sucede en la vida pública con distancia y con frialdad”.
Daniel Moreno:
“Va a ser responsabilidad de las nuevas autoridades pero, sobretodo, de esos 120 millones de personas, el construir el país que querramos, más allá de quien gane”.
3. Por qué crear una plataforma que supuestamente no divide
Serán detalles, pero sus contenidos muestran una inclinación a no exponer a José Antonio Meade. En los videos, sólo se le exhibe una ocasión, a diferencia de los otros candidatos. Porque atrás hubo una selección de material. ¿Fue intencionado? ¿No lo revisaron? Si crearon los contenidos, por respeto a sí mismos, lo harían.
El objetivo de “El Día Después” no es dividir, sino adaptarse a la nueva realidad y conciliar las diferencias. Dicho de otro modo, “No se sorprendan si no gana AMLO”, o como lo dijo Meade: “No se sorprendan si ganamos”.
Pero en sus bellas palabras, hagan a un lado lo que pueda pasar en la elección y construyamos una nueva sociedad. A través de
“12 compromisos ciudadanos”. Acuerdos que, obviamente, ningún otro candidato ha expuesto, menos está a favor de ellos. Porque esto empezó de cero y nosotros somos diferentes. Se nos ocurrió a nosotros, no a él.
Al menos 8 de los puntos que sugieren, los ha expuesto López Obrador en su proyecto de nación. “Abre más los ojos”, se llama su plataforma indirecta
que ha acercado las propuestas con material accesible. Economía, mujeres, medio ambiente. Y él mismo candidato lo ha dicho: gobernar para todos, incluidos los pobres, revocación de mandato a los 2 años, ya no más periodistas asesinados.
Se pensaría que, quienes crearon El Día Después, antes de hacerlo, revisaron los proyectos de cada candidato. Con el peso como figuras públicas, sería una irresponsabilidad tremenda que no lo hicieran. Aunque si sus contenidos los ponen al aire, sin señalar cuándo y cómo ocurrieron, pues algo responde.
Tan cool en decirlo, Diego Luna declaraba
en una entrevista a Javier Poza que votaría por López Obrador o Anaya. A fines de 2017, se pronunció en contra del PRI, por la Ley de Seguridad Interior. Ahora, lo haga o no, lo que no ha dicho es que su plataforma ataca a los dos candidatos por los que votaría y no a uno. Porque quién, para su reputación, diría que votaría por el PRI, aunque llame a hacerlo y quizá, lo haga.