La editorial Malpaso y cómo creció su increíble catálogo, con un mexicano millonario detrás
¿Cómo fue que Malpaso, la editorial española, pero también mexicana, empezó a publicar libros tan sugerentes? Por ejemplo, tenían algo de Kurt Vonnegut,
La cartera del cretino, libro de cuentos inéditos con su estilo propio. También
Sobrebeber, de Kingsley Amis, padre del novelista inglés Martin Amis y de los pocos humoristas británicos, junto a
P.G. Wodehouse y G.K. Chesterton, que apostó por el humor blanco. Pero fuera de eso, nada indicaba que llegaría al salvaje catálogo que ahora posee.
El mercado editorial español se caracteriza por su rigor para acercar obras de calidad. Al aterrizar en otros países, es raro que hagan una alianza con editoriales locales. Eso le llegó a la mexicana
Jus, que en sí parecía una compra de sucursal, al replicar el diseño de los libros. La verdad son caros, superan los 250 pesos mexicanos, pero según incluyen el e-book. Cuando me enteré creía que era una pedantería. Pero sólo bastó volver al Firefox para ver mis 7 pestañas abiertas de libros de
Malpaso, y sólo de la categoría "No ficción". Y ojo, compartiré mi lista pero con reserva. Se enteran del por qué al final del artículo, nada de spoilers.
Mi lista empieza con
Gilliamismos. Memorias prepóstumas, de Terry Gilliam, sólo por este esfuerzo una editorial podría quebrar con la frente en alto. Pero también descubrí
La jugada de mi vida, del futbolista Andrés Iniesta, quien no es otro futbolista que sólo por ser un personaje público, cree que puede escribir un libro. Sensatamente, pidió ayuda a dos periodistas para escribirlo.
Si dejamos de lado éstos dos y vamos a los cuatro restantes, aparecen
Llamada perdida, de la cronista peruana Gabriela Weiner, que se desnuda ante los textos mientras hace periodismo;
Cosas rayas que se oyen en las librerías, de Jen Campbell, el cual está de más señalar de qué va, con varias situaciones para reír;
La librería más famosa del mundo, de Jeremy Mercer, una crónica-reportaje sobre la historia y alojamiento que ofrece la librería Shakespeare & Co. Igual me llamó
Ilustres raperos, una rareza
de David Foster Wallace en la que analiza el rap y los fenómenos culturales. Supongo se acerca a lo hecho en su libro
sobre pesca y yates. Por último, La industria de la felicidad, de William Davies, investigación sobre la felicidad impuesta desde las empresas y los Estados para nuestra vida cotidiana;
En esto, que ya parece una terrible publicidad gratuita, para mi desgracia no puedo omitir libros de literatura y música. Destaco dos, la última novela de Kurt Vonnegut,
Cronomoto, un experimento que se ve loquísimo, y
En busca de aquel sonido, de Ennio Morricone. Sobra decir que, desde editorial
Jus, recuperaron los juegos raros del icónico escritor mexicano Rafael Bernal, como la novela
Su Nombre era Muerte y el libro de cuentos
Trópico.
Malpaso se fundó en 2013. No tiene ni diez años y ya se expandió a varios países de Latinoamérica, como Argentina, Chile y Colombia. Lo hizo con una propuesta interesante, arriesgada y con problemáticas de actualidad, como debería ser cualquier libro y editorial. La virtud recae en sus editores, entre ellos el mexicano Rafael Lemus, pero también en un discreto empresario y millonario.
Se llama Bernardo Domínguez y es el mexicano
detrás de todo esto. Apenas en julio de 2018, protagonizó una polémica por falta de pagos, con denuncias de su equipo de trabajo, traductores incluidos. Y uno aquí resaltaba el proyecto, sin descartar que uno de esos libro llegara a sus manos. Por cortesía y gracia del señor. Pero qué cortesías ni que nada, si ni paga a sus empleados. Sólo estoy seguro de algo, siempre los conservaré en mente si hay un intercambio de regalos, preferiría navideño. Qué importa el precio si es la época de unión y felicidad, que no.