La Volpe no es el mismo. Su estilo de táctica y estrategia desapareció, y junto a la Selección Mexicana, perdió el rumbo
Soy seguidor de La Volpe y me duele declarar esto: su carrera como entrenador debía acabar con el América, en 2017. No es fácil decirlo. Pocas veces he visto a equipos jugar como hacen los de él, con un estilo propio. Amplitud de la cancha, diagonales, verticalidad con toque, variantes. Ahora, en 2019, dirigirá al Toluca, para alimentar las fuerzas básicas, que no la vitrina de títulos. Tienen razón quienes dicen que La Volpe no es el mismo que dirigió a la Selección Mexicana, hasta 2006. El problema no es ése, sino cómo ha repercutido en él perder una final que
ya casi tenía ganada. Incluso, cuestionar cómo es que ha pasado por la dirección técnica de 11 clubes del futbol mexicano.
El 5-3-2 más fascinante del futbol, desaparecido
Seamos honestos, hay muy pocos entrenadores que les interese la táctica y la estrategia. O al menos hablar de ella públicamente. O lo que es lo mismo, existen pocos técnicos que disfruten el futbol de ataque. Una cosa va con la otra. El argentino más mexicano que el mole, alías Richie La Volpe, es uno de ellos. Pero en su última etapa con el América (nadie hablará de lo que fue hacer a Egipto con el Pyramids, más que sus fotos arriba de camellos), no existía su estilo. Siempre atacaba con tres futbolistas: sus dos delanteros y algún volante ofensivo. Por mucho, un lateral-volante.
Estas observaciones podrán sonar intrascendentes, no si eres un lavolpista. La cantidad de jugadores que se suman al ataque es vital, si se parte de su formación preferida, 5-3-2, que se convierte en 3-5-2 o hasta 3-4-3, con la subida de sus laterales. Así traslada el balón a lo ancho y largo del campo, para dominar al rival en espacio amplios y reducidos. Esto nunca se vio en el América, sí en Chiapas y Atlante, sus dos anteriores equipos. También en Banfield, como este espectactular video.
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Vía Imago7 |
La ausencia de Silvio Romero en el clásico contra Chivas debería ser tan discutible como la permanencia de Oribe Peralta durante casi todos los juegos, quien ahora es entrega y sacrificio, dejando de lado su técnica y la intuición de gol. Esto ha sido tan resaltado por varios comentaristas y analistas que, en serio, ya se debería de ver a Peralta no como delantero, sino como medio de contención. Silvio Romero, goleador de la Liga durante dos torneos consecutivos -con Chiapas y América, bajo el mando de La Volpe- y creador de jugadas en cuanto entra al campo, ha sido ocultado. Esto no sería raro si en Chiapas sucedió lo mismo con Diego de la Torre, pieza clave para el funcionamiento del medio campo que fue olvidado tras el segundo torneo, donde el equipo terminó en el último lugar de la tabla general.
Ricardo La Volpe explotó como nadie más las características del futbolista mexicano en un juego dinámico, creativo y técnico. Habría que subrayar que esto lo consolidó con una Selección, no con un club. Con la libertad de elegir a los mexicanos que deseara hizo un equipo que jugaba como él quería. Preguntémonos, ¿qué futbolistas de sus últimos clubes se parecen a Rafa Márquez, a Salcido, a Osorio, a Guardado, a Pavel Pardo, a Ramón Morales, a Sinha, a Jared Borgetti? Ninguno. Nunca ha vuelto a tener esos futbolistas para hacer ese futbol deslumbrante. Ahora, tan absurdos han sido quienes insisten en calificarlo en base a la Selección Mexicana de 2006, como el mismo Ricardo La Volpe que anuncia hará un futbol semejante con cada equipo que asume como director técnico, cuando no tiene las mismas herramientas. Con América no fue la excepción.
La Volpe se perdió junto al sistema del futbol mexicano
Se especula que
Ricardo La Volpe se quedará en el América hasta el termino de su contrato. Y qué mejor que así sea para que pueda levantar tanto al equipo como a él mismo. Porque si algo sería terrible es ver que La Volpe acabara su carrera como técnico en este momento. Con el recuerdo de la Selección Mexicana de 2006 y las críticas que abundarían tras reprocharle su único título ganado y sus 11 clubes mexicanos dirigidos, emblema también del llamado "lavolpismo" -donde Ruben Omar Romano lidera con 12, Sergio Bueno con 11 y "El Profe" Cruz con 7-. Obviamente, no se podría ignorar que dejó una de las ideologías más interesantes del futbol mexicano en su historia, aunque quizá también la única.
De lo anterior, tan culpables han sido los mismos directores técnicos mexicanos, como los directivos de los clubes y los mismos dirigentes que han manejado la Federación Mexicana de Futbol (quienes han estado desde la desaparición de los torneos largos con la consecuente liguilla:
Juan José Leaño, Raul Borja, Alberto de la Torre, Justino Compean, Decio de María). Porque eso de que los directivos se juegan algo importante en la Liga si no se dan resultados, es un chiste que se cuenta solo. Sólo algunos miles de pesos y por ahí millones si clasifican a la Liguilla y son campeones, porque para descender es claro que deben hacerse varios malos torneos, los cuales darían para mantener a los técnicos y que éstos no saltaran de un equipo a otro.
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Vía sdpnoticias.com |
Ricardo La Volpe no lidera más que un sistema que obliga a los clubes en centrarse en las ganancias económicas, en lugar de la proyección deportiva. Claro que es criticable el nulo compromiso de él y varios técnicos para identificarse con la historia de un club y cambiar de uno a otro como si de calcetines se tratara. Aunque también ha sido la misma Federación la que impide que
nuevos y desconocidos directores técnicos mexicanos aparezcan en la Primera División, ya que para qué impulsar si es mejor mantener a nombres ya reconocidos y consolidados en la mente de los aficionados.
Aún más, justo por éstas razones, la Federación Mexicana de Futbol hizo a un lado al único entrenador que ha estado todo un proceso de 4 años con la Selección, quien dio argumentos en la cancha y provocó la exportación de jugadores a Europa. El mismo Ricardo La Volpe que, como la Selección Mexicana, perdió el rumbo.