¿De qué va?
¿Cómo puede un hombre
razonable, con estudios, prudente, dejarse guiar por sus pasiones? Es
ésta la pregunta que se hace a sí mismo Benito Torrentera, que a sus
casi cincuenta años abandona su apacible vida de profesor universitario
para proteger a una joven criminal. La pasión que despierta en Benito el
cuerpo y la malicia de Flor Eduarda, lo lanza a vivir una aventura
impropia para sus años.
Opinión:
Un libro que enfrenta la
erudición de un lector con la forma de ser del hombre, con cómo se actúa
al estar con una persona. El modo de habitar un mundo en el que el
lector se cierra solito las puertas de las personas, en favor de
las ideas.
Pero la historia no se aleja del Mundo Común: ese donde
tienes que salir de tu casa a comprar algo a la tienda (minisuper); ese
en el que sabes que hay personas que te ven raro por tener la cultura de
apreciar un libro: ese en el que hay un sinfín de idiotas pero lo
olvidas porque estás en tu mundo, apropiándote y creando ideas sobre la
existencia.
Es la primera vez que leo a Guillermo Fadanelli y
tiene elementos que agradezco existan en la
literatura y las novelas. Uno de ellos es la libertad de escribir una historia
insertando ideas y pensamientos -parece como si se estuviera ante un
libro de ensayos o aforismos y fuera de las divagaciones que puedan
existir, es la parte donde brilla la novela.
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Guillermo Fadanelli |
Lodo abunda en frases célebres, propias del narrador protagonista, al tiempo que narra situaciones. Los personajes también son para destacar: se perciben reales, con actitudes que parecen cercanas a algunas personas que hayamos conocido o imaginemos. La ambientación y lo referido a México y el DF -comidas, calles, comentarios de la situación política-social, datos sobre los estados del país-, se reconocen.
Lodo es una historia que aplaude al marginado
que prefiere educarse a sí mismo ante cualquier cosa. Sin embargo, esto también lo lleva hasta límites impensables, con actitudes prepotentes al convivir con una persona. Una arrogancia por saberse intelectualmente superior al otro. Por cierto, mientras la leía
recordaba un poco "Dos crímenes", de Jorge Ibarguengoitia. Porque
Lodo también tiene sus momentos de humor. Y muy ingeniosos.
La novela me
agradó mucho, mantiene entretenido con ideas y narración. Quizá el único "pero"
serían algunos momentos del protagonista al estilo Bukowski -o lo que
se entiende y se sabe de este personaje a veces deslumbrante: "Ser un
maldito que hace y consigue lo que él quiere sin importar si daña a
alguien de por medio"-. Fuera de ello, me agradó la conjugación de estos
dos mundos: el culto y el real, con sus opiniones, críticas y
situaciones. Además de la libertad con la que escribió Guillermo
Fadanelli este libro.