Sí, apenas acabo de ver “Ted”. Y eso de no haber sido porque
abrieron los canales de Movie City en Dish. La estaban pasando en uno de ellos y me sentí obligado a verla. Ahora o nunca, me dije...
Decir que me sorprendió bastante esta película. Yo me
imaginaba un festín de situaciones sexuales en las que el famoso oso “Ted”
fungía como protagonista de todas ellas, junto a una serie de chistes plagados
de humor negro. Nada nuevo, pensé. Ahí esta Family Guy y todas sus variantes que deben ser lo mismo.
No falta decir que tenía esa creencia porque el creador de la
película (Seth MacFarlane) está puesto como uno de los mayores exponentes del
humor negro actual. El que está a la octava potencia y ese que ya todos usan: en donde
el objetivo es ver quién es el más fuerte y atrevido para decir la mayor sarta
de cosas denigrantes y discriminatorias para ya sea los homosexuales, negros,
ciegos, gordos, anoréxicos, mujeres que abortan. Grupos que —al menos
yo— no he visto que estén dañando a la sociedad de una u otra forma como para recibir ese trato.
Un humor
que a veces hasta perturba porque el que lo dice parece como si dentro de él estuviera
una gran bola de rencores que quiere sacar pero no sabe ni cómo y por tanto trata
de irse contra el más débil —que sabe está relegado y no se le puede poner de tú a tú—. Ahora, también tenía
esa mala idea de la película porque los que la habían visto decían que era
sobre “Un oso bien tremendo que se la pasaba teniendo sexo”. Esa era su manera
de verla, está bien.
Sí, el oso no está puesto como tradicionalmente se le
conoce: "un lindo juguete para los niños". Ni tampoco esta cinta habla sobre
lo maravillosa que es la vida. No, pero tampoco se mencionan las peores
aberraciones. Es un tratado sobre varias cosas que —insisto— me parece curioso y
más por el que lo dice.
Se habla sobre la amistad: lo bueno que es
encontrar a alguien que tenga tus mismos intereses, le tengas confianza y puedas hablar de eso que no hablarías con nadie más. Alguien que al igual que
tú solo le guste, no sé: quedarse sentado en el sillón a ver la televisión sin temor a lo que piensen los
demás e incluso a las responsabilidades que estás dejando fuera.
El no querer comprometerse
con nada y seguir disfrutando las cosas que se tienen, creyendo que el
compromiso es como marcar tu sentencia de muerte leeentaaaameeente. Una obligación que debes hacer y por tanto algo que no quieres y no
disfrutarás.
También aparece la soledad, el miedo a quedarse solo y no tener a
nadie a lado. Pero el compañero siempre está ahí —ahora en un oso. Voy a tratar
el significado del oso más adelante—, apoyando, pase lo que pase, ya sea de
manera no directa(a través de entretenimientos o distracciones, fiestas,
juegos, no diciéndolo explícitamente) o manifestándolo así tal cual. El amor no
podía faltar, que va muy ligado con el compromiso, el estar en una encrucijada
y no saber si elegir la amistad o el amor como si a partir de ahí fuera un
parteaguas y no pudiera existir siquiera una conexión entre ellos y todo se
tuviera que romper.
Todo lo anterior se cuenta a través de un humor entre irónico-absurdo-discriminatorio (un
poco) y de doble sentido con situaciones sexuales —pocas para lo que se describe que es la película— comandadas por el oso Ted.
El
sentido que le doy al oso es como si fuera el de cualquier persona normal: el oso habla, dice chistes, es un amigo, liga con las chavas y tiene sexo. Ahora,
el hecho de elegir un “oso” que es todo un "desmadre" creo que es como un gancho
para atraer a la gente y a partir de ahí decir todo lo que realmente se quiere decir,
que quizá de otra forma no se hubiera logrado. Es como en “La Familia del Barrio”, se puede creer que es una familia grosera
que se la pasa diciendo puras vulgaridades pero eso es solo la apariencia para
hablar del trasfondo que tiene: una familia mexicana disfuncional en la que la ignorancia
y la miseria son materias primas para que les ocurran una serie de situaciones
de las que claro, siempre salen librados pero siempre gracias a la compañía, a
la solidaridad, al siempre estar ahí.
En cuanto a los actores protagonistas, pues Mila Kunis tiene lo suyo, eso que
ni qué, me agradó su interpretación. Mark Wahlberg, el tipo que sale en todas las
películas —y eso que yo no sé de películas— una actuación buena, logra que te
creas el personaje y lo sientas. Y en cuanto al oso Ted, que no sé si fue como
un oso hecho a computadora o en realidad un personaje tipo Alushe que interpretó
a un oso, pues de todas formas fue buena la actuación.
Se logra una cinta entretenida, que divierte, que hace
reflexionar más de lo que se cree y por supuesto entrañable. Ahora se pensará: ¿En
serio es un producto de Seth MacFarlane? Hasta yo lo desconozco, no sé porqué no trata esto en sus series, en provocar reflexión y un producto agradable
y se centre más en tratar de ser grosero-divertido a fuerzas(muchas veces sin sentido).
Ted es una película interesante. Tampoco es algo que me haya cambiado la vida y que ahora vaya a ver el mundo diferente. No, pero la pinta e imagen que se le da (una
cinta que trata de «Un tipo que tiene un oso, el cual se la pasa teniendo sexo»)
no es en realidad la que es. Lástima que se tenga que usar como gancho para
hablar de lo que en sí se quiere decir.