En 2013, la crisis de directores técnicos y falta de resultados en Pumas se reflejó como nunca antes.
En realidad, nadie lo sabe. Es un acontecimiento inaudito. Bueno, tampoco tanto así, ya que los de CU han tenido varias épocas malas en los años recientes, aunque no parezca.
La salida de Hugo Sánchez, grandioso bicampeonato que los llevó también a la zona de descenso, se repetió con el mismo "Tuca" Ferreti, quien los hizo campeones pero tampoco los dejó tan bien, para así llegar con "Memo" Vázquez Jr y sin llevarlos al descenso, su salida sí que determinó su posterior mal paso.
Si no lo creen, pregúntenle a Joaquín del Olmo, Mario Carrillo —que deberíamos estar agradecidos que no le fuera bien, porque meses después, nos habríamos perdido sus insuperables caras y momentos de humor cuando reducen la pantalla sólo a su imagen en Futbol Picante, de ESPN-, Torres Servín y ahora José Luis Trejo que va de a poco pero se dice que su estilo es igual de defensivo que los anteriores.
"¡¿Qué pasa aquí?!", saldrían a decir un par de improvisados encolerizados. Ya trajeron tres técnicos y no sucede nada. "¡Son los jugadores!". "¡Son ellos!". "¡Córranlos!", añadirían.
Los técnicos (Podría ser que los culpables fueran ellos)
La verdad, tampoco se trajeron a los técnicos más diferentes del mundo (ya que en México abundan). Los tres han sido de perfil bajo, no son de crear polémica en sus entrevistas (a veces es interesante y ofrece más minutos en los programas de análisis por televisión), ni tienen la personalidad que venga y asuste a cualquier otro técnico, aficionado y comentarista para pensar dos veces antes de emitir su valoración, porque es posible que lleven a los Pumas de la Universidad del Goya a la Gloria.
Los tres y ahora José Luis Trejo son prácticamente iguales, en cuanto a estilo y metodología. Nunca se ha visto una agresividad a la hora de encarar los partidos, ni en su propuesta ni en su desarrollo. Ni hablar de inyectar en los jugadores una actitud del Todo o Nada, ni siquiera cuando estuvieron a punto de perder la chamba. Para este trío (y algo más) de técnicos el concepto de ataque en el futbol significa darle el balón a los delanteros y que ellos resuelvan. Sin mediocampo. Cuando en el fútbol, si se trata de ofender, es probablemente la zona más importante de la cancha.
Entonces, se piensa que si algo no sirve, se cambia. Lo cambian. Pasa el tiempo y nos damos cuenta que se trajo algo que al final era lo mismo que lo anterior, sólo que disfrazado, pero como nos los presentaron distinto, ya no se sabe ni qué sucede ni qué hacer al respecto, como lo dicho en esta frase donde se intenta emular la confusión a la que nos ha llevado la directiva felina.
Los futbolistas (Tal vez sí son ellos)
Sucede lo mismo que con los técnicos (sólo que sin un Mario Carillo). Los futbolistas que se han contratado no poseen la calidad de lo que fue en su momento un Bruno Marioni, un Ignacio Scocco, un Esteban Solari o hasta hace un tiempo un Dante López.
Se traen jugadores consagrados pero en su momento no se les da la oportunidad, como "Tito" Villa y Luis García, pero cuando la cosa se pone fea, aparecen sus nombres y se les cuestiona duro cuando ni se han mostrado. Se traen jugadores del extranjero no tan conocidos —Robín Ramírez, Nahuelpan— que se cree harán un buen papel aquí en México, para así tratar de continuar la Filosofía Puma reflejada con los Marioni y los Scocco (como si fueran una serie de clones que se llaman igual).
Pero ahora vemos que al final no funcionan, entonces llegan jugadores que si no está asegurado su éxito, sí han demostrado cierto nivel para confiar en ellos. Pero, oh, vaya, ya se hizo eso. Se trajó a Villa, que en sí ya se fue del club, García y el contención Romagnoli. En su momento, calientan y sufren la banca. A veces juegan pero vuelven a la banca porque tal parece que ese es su lugar, nunca debieron haber salido de ahí, como Luis García, a quien es apropiado inventarle posiciones, no importa que haya sido un referente en Europa, su figura da para eso.
Se hablará de la cantera como si fuera la base, cuando sólo ha enriquecido el once titular para crear un futbol versátil como siempre ha sido el de Pumas, y en una de esas para aportar jugadores a la Selección Nacional. Pero no están para resolver las cosas, nunca ha sido así, lo del Bicampeonato es un hecho único y por ello no se ha vuelto repetir. Pumas no es Chivas. Pumas no se la juega con lo que hace en sus Fuerzas Básicas ni sólo con mexicanos.
Entonces, los directivos -Alberto García Aspe, Roberto Medina, Mario Trejo- no tienen idea de lo que ocurre, pese a que tampoco se debe tener un conocimiento especializado en la materia (de contratar técnicos, obvio, no de futbol). Lo que se ha hecho es lo mismo, no hay cambio en sí. Todo pasa por una ruleta que pasa por pequeñas reparaciones para descomponerse poco después. Si se pregunta qué pasa con los Pumas, pasa Todo o no pasa Nada, que es lo mismo.
POR MIGUEL JIMÉNEZ ÁLVAREZ
Editor General
Estudia Periodismo. Escribe para recordar que olvida. Fan de los relatos sorprendentes, las películas raras y la caja idiota que incluye futbol.