¿De qué va?
En algún lugar del Medio Oeste, la vida de Amy Breis se encuentra en un impasse.
Tiene un trabajo que odia, un novio desagradable al que acaba de dejar y una amiga con la que no
puede ponerse en contacto. Pero al menos su (a menudo dolorosamente pasiva agresiva) madre
le ha comprado una sudadera con un unicornio rosa para su cumpleaños. Su vigésimo séptimo
cumpleaños.
Es todo lo que necesita para coger el mando a distancia y poner su obsesión animada
–Mr. Dangerous– y dejar que su propia mente se canibalice a sí misma, hundiéndose progresivamente
en su mundo de callejones sin salida y citas desastrosas...
Reseña:
Esta fue la primera novela gráfica que leí de manera física. Eso quiere decir que la tenía en mis manos y disfrutaba darle vuelta a la página, a veces sin querer hacerlo por apreciar cada viñeta y que eso no terminara. Si algo cambió esta lectura, sería en apreciar que llevaba una reproducción de una creación original, una quizá de miles que pude tocar, pero sobretodo sentir. Las ideas e imágenes que un artista pensó, yo la disfrutaba años después y en momentos diferentes. Esto es algo obvio, pero vaya que se olvida si sólo leemos mecánicamente y sin un elemento gráfico que embellezca la obra. en mis manos
La vida con Mr. Dangerous plantea dos tema interesantes y útiles, como es la depresión y la empatía. La protagonista tiene una personalidad especial. Parece siempre estar deprimida. Pese a ello, tiene algo por lo que se siente orgullosa de vivir: un programa de televisión. Sí, puede parecer absurdo pero basta ver qué tipo de show es.
No hay duda que, pese a la tristeza que pueda tenerse por algo, debe existir lo otro que motive a seguir, aunque no se vea una razón del por qué estamos aquí. Este programa televisivo tiene escenas con personajes surrealistas e historias sin mucho sentido, incluso violentas. Parecido a Tom & Daly, el programa que ven Bart y Lisa, de Los Simpson.
Por otra parte, plantea que quienes "sufren" o se sienten mal en la vida, lo hacen de forma estúpida, absurda o sin razón. Ya sea por la inconveniente relación que tienen con su mamá, el trabajo y/o su escuela que detestan, y obvio, esas relaciones amorosas que nunca resultan. Se puede pensar que estos aspectos son egoístas, ya que hay personas que ni pueden pensar en ello porque sus prioridades, por así decirlo, son comer o dónde dormir en la noche. "Tú no sabes lo que en verdad es sufrir", se les puede reprochar.
Pero ahí hay una cuestión. Las problemáticas de las personas pueden ser tan válidas como la de cualquier otro, más si fuimos educados en un mundo competitivo donde nunca se nos ha enseñado a estar con nosotros mismos. Y bueno, menos convivir y entender que la depresión es una enfermedad. Desde ahí, debe aparecer cierta empatía de cualquier persona para platicar con el otro y preguntarle cómo se siente. En eso, La vida con Mr. Dangerous es destacable, porque genera diálogo desde diversos elementos, tanto los personajes como los símbolos, uno de ellos el show de televisión.
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Paul Hornschemeier |
Los dibujos de Paul Hornschemeier resultan una combinación expresiva de colores oscuros y vivos, sin caer en lo llamativo de Clowes ni en en lo anodino de Tomine. La vida con Mr. Dangerous es una novela gráfica que no sólo posee una interesante historia, sino que tiene algo qué decir. Es disfrutable, como puede llegar a desesperar, por la personalidad de la protagonista. Si sucede cabría recordar que no todos son como nosotros y que lo diferente o lo incomprensible, también existe y debemos considerarlo antes de juzgar.