Todos hablan de las Olimpiadas. En casa. En el restaurante. Y hasta en el Sanborns. De por si soy marginal, ahora me siento más marginal. Es raro. Sí, es una buena oportunidad para conocer otros deportes. Eso que ni qué. Pero me da la sensación de que la mayoría los ve porque los demás los ven. Actitud borrega. Seguir a la bolita. Algo poco cómun en el ser humano. Eso sí que es raro.

No he visto las competencias por dos razones: se me ha pasado, hago otras cosas, lo olvido. Y segundo; qué hueva. Es chistoso escuchar a gente diciendo: ¡Oh, mira al chino, levantó doscientos kilos, ya ganó! ¡Oh, mira a Usain Bolt, corrió en 10 segundos! Todos somos fanáticos de los deportes. En unos meses nadie hablará de halterofilia, ni del atletismo y menos de la natación. ¿Por qué? Bueno, más bien la cuestión sería ¿para qué? Sí, para qué, si ya pasaron los Juegos Olímpicos. En el 2016. En los próximos juegos. Ahí a los que les encanta el deporte regresaran a dar sus comentarios.

Es triste ver tan pocas medallas para los mexicanos en un país donde se tienen tantos habitantes. Se les da un apoyo falso a los atletas. Millones de pesos "para que se preparen". Y ya, hasta ahí. Solo para los JO. No existe inversión para detectar a nuevos talentos. Desde niños. Ni siquiera el interés. Si para ser futbolista profesional, que llegues a la Primera División—se considera como deporte no tan costoso— necesitas una buena lana, ahora hay que imaginarse los que quieren ser golfistas, tenistas o practicar el tiro con arco. Puros juniors. Solo te queda jugar con los dardos que tienes en la pared de tu cuarto.

Londres, Londres, Londres. Como siempre Estados Unidos y China son los poderosos. Y los demás, los demás qué. Esa es otra historia. Habrá quién ya haya aprendido a hablar inglés(al menos como Peña Nieto). Habrá el que saque día a día el medallero olímpico. En la chamba. En la escuela. En el baño. Pa' hacer la plática. Pa' demostrar que sabe. No faltara el experto que califique como malo un clavado. Se le doblo el dedo gordo del pie, argumentará. O yo qué sé. Es lo de hoy. Es lo que mueve. Por cierto ¿ya nadie se acuerda de las elecciones pasadas, de la impugnación de AMLO, verdad? ¿Nos lograron distraer las televisoras, cierto? Cállate, ya va a pasar la rusa, pensarán algunos.