Larry David traspasó la ficción con Curb your enthusiasm, una comedia de historias deslumbrantes que critican a la sociedad
Si habría que elegir una sola comedia en televisión como referente de las posibilidades del género, esa sería la de Larry David. Curb your enthusiasm, para ser más precisos.
¿Por qué? Porque reúne historias deslumbrantes, carcajadas a montones y una afilada crítica hacia las formas establecidas como debemos actuar en cualquier situación cotidiana. Tres elementos reunidos para crear comedia, para reírse sobre lo que ocurre en los momentos más sencillos y absurdos que imaginemos. Sin embargo, Larry David también nos muestra cómo contenemos lo que sentimos y nos convertimos en la masa que ve y piensa como todos los demás.
Curb your enthusiasm trata –básicamente- de la vida común de Larry David, sólo que en modo ficcional y con aires de reality show hecho de historias maravillosamente construidas que sorprenden por su engranaje.
Este Larry David es un tipo con la curiosidad y el atrevimiento para decir lo que piensa ante cada circunstancia de su alrededor. Es alguien que construye sus relaciones sociales desde lo que es y siente, sin interesarle lo que pueda representar ante los ojos de sus conocidos.
El Larry David Ficticio es el tipo de persona que acomoda situaciones y complica relaciones sociales que parecían no tener ningún problema, comprometiéndolas a cosas irrevocables. Por ejemplo, fracturar una amistad. Puede provocar odio, no hay duda -como su esposa Cheryl se lo hace notar-. Pero también cierto cariño.
Larry David nos muestra cómo contenemos lo que sentimos y nos convertimos en la masa que ve y piensa como todos los demás
Porque no hay en él un deseo de maldad, sino una extraña curiosidad y la increíble mala suerte para crear conflictos. Este Larry David puede mostrarse arrepentido y pedirles disculpas a las personas. Pero incluso parece sentirse más libre y a gusto consigo mismo que la gente que –supuestamente- ha agredido por decirles lo que pensaba. Como señala el filósofo Arthur Schopenhauer en el libro “Aforismos para el arte de vivir”: “Lo más importante para el bienestar del hombre es lo que existe o sucede en su fuero interno”. Y es que muchas veces estos conflictos salen de lo que –convencionalmente- está aceptado como “bueno” para permanecer en los círculos sociales.
Es difícil que estos malentendidos no generen una complicidad que estalla en carcajadas. Porque vemos los momentos incómodos que produce Larry David -como el discutir con una mujer que no lo deja pasar en la fila de los asientos del cine, la cual resulta ser la nueva novia de su amigo Richard Lewis, con quien ha quedado para cenar junto a ella- y lo disfrutamos, porque es algo complicado de creer pero que produce risa por ese inconveniente que está ocurriendo.
Habría que señalar que Curb your enthusiasm es una comedia de enredos en cada uno de sus capítulos. Con historias llenas de ingenio y un increíble sentido del absurdo que se exprime hasta el límite, resulta admirable y exquisito por ver cómo se va creando el relato. “Todo empieza con una idea”, dijo el cómico neoyorkino alguna vez. “Una que creo que es buena y todo gira en torno a cómo puedo conectar esa idea con otras ideas y en la relación que se genera entre ellas, y en cómo esa relación crea una historia”. No lo pudo explicar mejor.
Leélo completo en el número 1 de EL CULTO MARGINAL.