Roger Rabbit jugará con tus ideas sobre la madurez y lo infantil como pocas películas animadas.
Si los dibujos animados poseen la capacidad para atrapar a niños y adultos frente a una pantalla, cabría considerar la destreza que hay detrás de cada uno de ellos.
Who Framed Roger Rabbit? es una película que juega con las ideas preconcebidas sobre la realidad, la madurez y lo infantil, el humor y la libertad, con personajes animados y actores reales como protagonistas.
Como filme de detectives, Who Framed Roger Rabbit? aprovecha sus personajes para tomar tonos cómicos. El largometraje, de 1988, fue dirigido por Robert Zemeckis y protagonizado por Bob Hoskins y Charles Fleischer, además de contar con 70 millones de dólares en su inversión, uno de los más caros de la historia.
Un cortometraje entre personajes animados será el detonante para mostrar a unos dibujos que se mueven con soltura entre las personas, quienes siempre parecerán más tensas. De hecho, este mundo propuesto gira a partir de los personajes animados, los humanos sólo son un accesorio que controla y determina, a partir de lo ya creado. Una oculta libertad se lleva como himno, ya que permanecerá escondida mientras nos preguntemos qué tan oscuros serán los dibujos que se ven.
Ambientada en un Hollywood de 1947, la película narra la historia de Eddie Valiant, (Bob Hoskins), un detective contratado para investigar el supuesto amorío entre Marvin Acme y Jessica Rabbit, esposa de la superestrella Roger Rabbit. Tras la confirmación del detective, el enojo de Roger y la muerte de Acme, la película entrará de lleno en la investigación sobre la culpabilidad de Rabbit.
Pero el enigma importante no será descubrir al culpable, sino saber quién es Roger Rabbit, que celebra la situación con alegría. Verlo como una oscuridad inquietante, será también un reflejo de la poca capacidad para apreciar lo lúdico de los dibujos. Si olvidamos la vida propia que poseen éstos, ignoramos que detrás hay un carácter dotado de alma, a través de una persona real.
Así, veremos a los humanos en constantes primeros planos, donde la preocupación y la ansiedad se apoderan del rostro de Eddie Valiant, quien incluso emite gotas de sudor por su frente. La cámara, en la misma desorientación que comparte el espectador, se estira como pelota de chicle cuando se topa con los personajes animados, quienes prefieren mover el cuerpo a través de la alegría o la sensualidad. Jessica Rabbit jugará con esto, al aprovechar su voluptuosidad para seducir a los hombres, según le convenga la situación.
El juego también implicará la reflexión sobre lo que son, con Jessica comentando: “No soy mala, así me dibujaron”, o el mismo Eddie Valiant, quien replica “Nunca debieron dibujarla”. Estos enfrentamientos con la realidad no serán más que una forma de cuestionar qué es lo real. Philip K. Dick la definió como aquello que, aunque dejes de creer, sigue existiendo y no desaparece. Visto desde ahí, el filme retrata que aunque sea una obvia ficción con dibujos animados insertados, perdurará porque quiere decir algo.
Con constantes escenarios de animación infantil, se introducen actores reales en ellos. Al cambiar la situación y aunque exista un claro diálogo con este tipo de animación, lo que transmite se acerca a la sorpresa y la extrañeza. No importará, cuando lo que resalta son las imágenes de fondo, que insisten en que esto es una aventura. “La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño”, dijo Nietzsche. Lo infantil, que nada tendría que ver con los dibujos, ni con actuar como si se tuviera una edad menor de la real, será una forma de saberse mover en un mundo que se demuestra diverso y confuso.
Who Framed Roger Rabbit? es una película hecha para quienes, lejos de los juicios e ideas adquiridas, buscan modificar lo que saben. En contra de los conceptos insertados dentro de un cesto, recuerda a quienes han sido capturados por los dibujos animados, que podrán librarse de lo que sea a través de la libertad y la risa. Para Roger Rabbit, a veces la única arma con la que contamos.