Warren Ellis hace de 'Transmetropolitan' una crítica irreverente contra el establishment, en un futuro casi perdido.
Argumento:
Spider Jerusalem es un famoso periodista de investigación que tras recluirse en las montañas después de la elección de La Bestia como presidente de los EE. UU., vuelve a La Ciudad para cumplir con un contrato de trabajo: una Nueva York decadente y futurista. Comienza allí su invectiva mediática contra el gobierno de La Bestia, trabajando para el diario The Word, cuyo editor, Mitchell Royce, conoce a Spider Jerusalem desde hace tiempo.
Reseña:
La novela gráfica Transmetropolitan tiene como
protagonista al típico antihéroe soberbio, altanero y misántropo.
Ese tipo que se cree la gran cosa del mundo y trata a los demás como pequeñeces.
Por fortuna, Spider Jerusalem no es uno más, no realiza actitudes sin sentido ni violencia por violencia. Aunque este periodista alternativo es un descarado, también existe
una caracterización propia.
A través de los números de la
serie, puede empatizarse con él. Esto porque existe un interés por lo
en verdad importante, como es la manipulación de Los que Manejan el Mundo, con su consecuente objetivo, sumergir a la sociedad en una idiotez tremenda.
La crítica y el
levantamiento de consciencia hacia este mundo, trazado a través de porquerías, denigraciones y frivolidades, con los medios
de comunicación de fondo, resulta en un plan de valioso compromiso social. Obvio, el
periodista Spider Jerusalem también es irreverente, paródico y con un humor
personal.
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Warren Ellis |
La historieta está algo
relacionada a los cómics de superhéroes, por su premisa de querer ayudar a la sociedad. Como siempre, hay niveles y en Transmetropolitan, Warren Ellis el guionista demuestra no sólo mayor destreza literaria, sino un dominio de diversos temas. A cargo de Darick Robertson, el
ambiente futurista de ciencia ficción es genial,
gracias a su dibujo realista.
Transmetropolitan es una serie fresca –pese a ser publicada de 1997 a 2002, en 60 números-, con gran sentido crítico y un toque ligeramente pretencioso. Es una lectura ideal para quien busque una obra anti-establishment, así como una relación utópica medios-activismo, además de que conforme se desarrolla, toca temas de mayor profundidad y
polémica, como la religión o la sexualidad, entre otros.